Primero fue la bancarrota de FTX. Y después, la de BlockFi. La caída de FTX ha provocado un efecto dominó y ha llevado a otros negocios de criptomonedas a la misma situación.
Blockfi en bancarrota
BlockFi es una plataforma de criptomonedas que recientemente ha admitido deber más de 3.000 millones de dólares a sus cincuenta principales acreedores. Así, junto a ocho de sus principales filiales, se ha declarado en bancarrota, lo que ha provocado la suspensión de sus servicios, algo que ha afectado a sus clientes.
Esta no es la primera vez que este exchange se enfrenta a una situación tan difícil. A mediados de 2022, BlockFi tuvo que ser rescatado. No fue nada más y menos que FTX la empresa que sacó a la plataforma cripto de la quiebra. Sin embargo, BlockFi, sin saberlo, había firmado su sentencia al recurrir a FTX. Al recurrir a dicha plataforma recibió 250 millones de dólares en FTT, el token nativo de dicha plataforma. Una vez que FTX se declaró en bancarrota, el valor de mercado de su token descendió hasta los 1,28 dólares, por lo que esto provocó que BlockFi corriera la misma suerte que la empresa que quería rescatarla.
Tras declararse en bancarrota, BlockFi se ha acogido a la ley de quiebras de Estados Unidos. Aún así, la compañía ha informado de que dispone de más de 250 millones de dólares para hacer frente a sus obligaciones, especialmente, a las que mantiene con sus clientes.
Invertir en un operador regulado en España y Finlandia
Hechos como este, como el ocurrido hace unas semanas con FTX, demuestran que a la hora de invertir en criptomonedas es importante hacerlo a través de un operador regulado, como es Coinmotion.
Recientemente, Coinmotion se ha convertido en el primer operador de criptomonedas con más años de experiencia en conseguir el registro como operador en el Banco de España. Esto supone para la empresa finlandesa afianzarse en el mercado español y contribuir a la economía española.
Además de eso, cabe recordar que Coinmotion es una empresa que se fundó en el año 2012 y que está también regulada oficialmente como proveedor de criptomonedas por la Autoridad Financiera de Finlandia, FIN-FSA, desde 2019.
Coinmotion al ser un operador regulado de criptomonedas por la FIN-FSA, tiene la obligación de mantener separados los fondos de los clientes de la empresa, con lo que en el hipotético caso de que la compañía entrara en bancarrota, los fondos de los usuarios no se verían afectados.